jueves, 8 de abril de 2010

Rock británico, que debería ser y no es

Vamos a ponernos a hablar de rock británico. Parece una tarea fácil sin tener que recurrir a los Beatles, The Who o los Rolling, mi quinta tiene más fresco a los resurgidos Oasis, Morrissey, The Verve, Radiohead, los llenaestadios Coldplay o Kasabian. Un cascoporro de grupos que siguen por el buen camino marcado décadas atrás.

No pretendo escribir lo ya escrito sobre estos grupos sino reivindicar el trabajo de otros, en contreto dos bandas un tanto olvidadas o infravaloradas. Desde hace años Doves y Elbow se han dedicado a firmar albumes mucho más atractivos y a ‘reinventar’ el brit de forma más honesta. ‘Parachutes’ ya queda muy lejos, no se puede vivir de rentas. Los hermanos William y Jimi Goodwin (Doves), así como Guy Garvey y su tropa (Elbow) han ido labrando sus nombres año tras año, disco a disco, sin necesidad de recurrir a grandes promos.

Concretamente Doves lleva cuatro discos a sus espaldas y acaban de lanzar su primer recopilatorio ‘The Places Between’ (2010) sin tener por ello el reconocimiento que se merecen. Quizas escriba ciego y sordo por el fanatismo pero todos sus discos (bueno, casi todos) suenan completos, coherentes con sus ideas, presentandose como propuestas cargas de influencias de otros estilos. ‘Kingdom of Rust’ (2009) crece en cada track oscilando entre la electrónica y el rock, las impresionantes orquestaciones (han publicado ‘Instrumentals of Dust’) de folk psicodélico.

El caso de Elbow es muy similar. Premio por aqui, número uno por allá... pero solo en el Reino Unido. El resto del mundo apenas saben de ellos y, en cambio, meten hasta en la sopa a Duffy, Portishead, Arctic Monkeys o Hot Chip. Su último trabajo, ‘The Seldom Seen Kid’ nos podría valer para darnos cuenta de lo que son capaces de hacer y de lo injustos que podemos llegar a ser. ¿Cómo es posible que galardonados como mejor album británico en 2008 no cheiren ni una en el resto de Europa? El disco en cuestión suena serio pero con letras de lo más variopintas y bien instrumentado como sucedía con los compatriotas de Manchester, Doves. Elbow retuerce música, crea canciones oscuras y sonidos épicos y atemporales.

Y es que en la música no todo es fuego y arabescos, y menos pecar de pretenciosos.

Y nada más. Que me gustan Doves y Elbow. Mucho.












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