
Band Of Horses es algo más que 'The Funeral', su hit por excelencia. Son mucho más que eso. 'Infinite Arms' (2010), su tercer álbum, lo declara a los cuatro vientos; tras 'Everything All The Time' (2006), 'Cease To Begin' (2007), el cambio de discográfica, la baja de Matt Brooke y los kilómetros rodados, la banda de Seattle consigue que las mejores sensaciones se vuelvan emociones puras y duras.
A pecho descubierto arrancan con Factory, suave rock y pellizcos sinfónicos que consiguen abrir los poros de la piel. Laredo o Compliments brillan pidiendo ser protagonistas de la consagración, y dejan hueco para Older, pegadiza y sureña, y el toque eléctrico de NW Apt.
Perfectos y ordenados, los errores se convierten en lo que son, pequeños lunares, y los aciertos en gigantes muestras de valía.
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