sábado, 24 de septiembre de 2011

Rock In Way | Salvados por el britpop y la new wave


La primera edición del Rock in Way arrancó con las mejores intenciones, intentando colocar O Monte do Gozo como cita de referencia en la senda de festivales veraniegos de Galicia (y España). El complicado cartel de presentación, salpicado de bandas autóctonas y foráneas, veteranos y novatos, rock, pop y ska auguraba sorpresas. Y las hubo. En líneas generales el pésimo sonido fue el gran protagonista, con actuaciones bastante irregulares.
9 de septiembreEntre tributos y The Offspring

Los compostelanos Dirty Socks fueron los encargados de encender el festival, con un sonido más que convincente viendo lo que se avecinaba. Los Chavales se encargaron de rescatar a Los Tamara, Los Brincos y Los Bravos en una apuesta tan agradable como arriesgada para el escaso público presente. Siguieron Niño y Pistola con más pena que gloria, aceptando ellos mismos que “sonaban de pena” e incapaces de llenar el escenario principal del recinto. A cubierto, los lucenses Igloo, tropezaron con la excesiva carga eléctrica, quizás poco apropiada para la carpa que conformaba el segundo escenario. Pasadas las 7 de la tarde subían al escenario The View; los chavales escoceses presentaron sus nuevas canciones, y pese a que cada vez se quieren parecer más a The Arctic Monkeys, solo con su coreado single “Same Jeans” de “Hats Off to the Buskers” (2007) consiguieron enganchar al público.
La segunda banda homenaje fueron los ferrolanos Riff Raff, descubriendo los clásicos de AC/DC. Tras ellos, el metal de Sôber, del que se leen maravillas pero que profesamos... Y con todo, llegó el turno para Triángulo de Amor Bizarro, que, relegados a la carpa, completaron un concierto lleno de altibajos, lastrados por las malas condiciones de sonido y sin poder desplegar toda su esencia shoegaze.
Y llegaron The Offspring, que como buenos cabezas de cartel hicieron las delicias de los fans del punk rock americanoide en un directo más que flojo. Los británicos Bad Manners, para no desentonar, siguieron con la tónica de los californianos pero con versos de ska. Caía la noche y el frío nos arrastró a casa, sin más tiempo que perder con Muchachito Bombo Infierno y la temida sesión final de los DJs.
10 de septiembre | Y llegó el rescate de fin de fiesta

El mal sabor de boca y la resaca provocó que sacrificáramos a buena parte del cartel del segundo día. Nos dejamos caer por el empinado recinto santiagués bien entrada la tarde, justo cuando Tote King vociferaba contra las redes sociales. Arropado por su séquito de fans el MC sevillano cumplió con su papel, aportó su grano al festival, en forma de hip-hop. Tras él, una de las gratas sorpresas, The Charlatans, teóricos “tapados”, rescataron al festival y lo envolvieron de britpop. Parecía que todo empezaba a cuadrar pero Delorean nos devolvió a la realidad, la que marcó el escenario 2, con un rebumbio impropio de los vascos. Con más ganas de irnos que de quedarnos aguantamos hasta The Specials, brillantes, elegantes y rejuvenecidos, capaces de caldear un poco el ventoso Monte do Gozo y arrancándonos los primeros bailes con su veterana new wave.
Dicen que una retirada a tiempo es una victoria así que abandonamos Rock in Way sin ánimo para continuar con The Toy Dolls y Rinôçérôse. El britpop y la new wave nos habían salvado.

¡Gracias a [musicazul] por el regaloinvitación!

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